MEMORIAren BATAILA

KONKISTAK DARRAI, MEMORIAK ERE BAI

MEMORIA, MÁS ALLÁ DEL 2012

NOAIN 2013

El 2012 fue un año de memoria activa. Un año de recuerdo, agitación, afirmación de lo propio y rechazo de la manipulación. Navarra fue conquistada en 1512, y ello nos da un referente nítido sobre nuestra identidad y el porqué de nuestros conflictos.

Pero la conquista no acabó en el 1512. Durante 18 años, las fuerzas de ocupación asolaron la sociedad navarra, desmantelaron sus instituciones, destruyeron su sistema defensivo. En definitiva, sometieron a un reino hasta entonces independiente. Hubo tres intentos de reconquista, de recuperar la soberanía arrebatada. El último intento culminó en la batalla de Noain, donde ocho mil navarros y gascones se enfrentaron a una tropa de 30.000 castellanos. Tras la batalla, la guerra quedó sentenciada. La ocupación de nuestro estado, ha perdurado durante siglos en nuestra memoria.

La memoria es un capital para la sociedad que la posee, pues le permite conocer su realidad y asumir con naturalidad su condición, es decir, abordar su futuro con claridad y determinación.

Pero pasó la polémica, se apagaron los ecos, se desplazó el punto de atención… y los traficantes de la historia volvieron a la carga. La manipulación de nuestro pasado intenta reponer la vieja mentira. En los primeros meses de 2013 se ha publicado un cómic, financiado con dinero público, dirigido a la juventud, cargado con las tesis rancias que bien conocíamos. Sin el menor pudor, y a pesar de la amplia convicción de cómo fue la conquista de Navarra.

Y como la educación es esencial en la reproducción de un sistema social, se ha filtrado la noticia de la elaboración de una unidad didáctica, dirigida al sistema educativo, con las mismas tesis de siempre: el rey conquistador vino a Navarra a traer la paz y a respetar la vocación de anexión que de antiguo tenía el pueblo navarro…

Bien sabe el poder cuál es el potencial liberador que ofrece la memoria histórica a los pueblos, y su intención de neutralizarla no cejará porque hayamos ganado una batalla puntual de opinión.

Decía el escritor Joseba Sarrionandia que “nuestra generación ha luchado por preservar la lengua y la cultura vasca y, en realidad, ha llevado a cabo una transformación sin precedentes de la lengua y la cultura vasca (…) Seremos lo que decidimos”.

La memoria histórica funciona del mismo modo. La voluntad de preservar lo que somos y de conocer lo que nos ha ocurrido es un impulso creador. No es un lastre, como quieren hacernos ver algunos, ni un horizonte que nos guía hacia atrás, sino una fuerza que nos afirma como pueblo, y nos impulsa en un proyecto de acción, en el esfuerzo de liberación. La memoria es la base de la creación; la energía del ser, que se transforma en su renovación. Pero para ello tiene que mantener una conciencia de sí; con esa memoria bien despierta, como dice Sarri, seremos lo que decidamos ser.

La memoria es nuestra conciencia colectiva. No la abandonemos porque una fecha se aleja, o porque el debate se silencie.

El 29 de junio, todos con la marcha de Noain!