Izai eguna, la fiesta de un pueblo que sonríe.
Burgi celebró por todo lo alto el pasado
sábado que continúa siendo un pueblo que sonríe en el que el agua suena a vida.
La historia de Izai, el niño que cayó al río Esca en invierno y sobrevivió
milagrosamente, tuvo un final feliz. Un final que se escenificó en una fiesta
popular e improvisada en el que el protagonismo una vez más fue colectivo. Casi
doscientas personas hicieron buenas migas y se reunieron en torno a las mesas
autogestionadas del frontón para festejar precisamente que la historia continúa
y que Izai sigue siendo uno niño más del pueblo que juega, rie y hace
travesuras como los demás ajeno casi a un evento que llevaba su nombre pero que
se transformó en una muestra del espíritu colectivo de la localidad y de las
gentes que aprecian a la familia en particular y al pueblo en general. Unos
hicieron las migas, otros pasteles, el de más allá trajo el vino, otras las
ensaladas.... Hasta una empresa de entretenimiento cedió casi altruistamente
unos hinchables que hicieron las delicias de los más txikis..... Así hasta
componer un gran y sencillo banquete popular en Barkainea en el que plato
estaba cocinado y servido con la fuerza del cariño. Un homenaje ese compromiso
colectivo de una cadena de héroes anónimos/as que convirtió en su día una
tragedia en una fiesta, una pesadilla en una historia feliz que alguna vez,
como muchas otras, se contará de abuelos y abuelas a nietos y nietas. Bazen behin....
Alizia Ezker
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