2016 XVII. ESPARTINEN MARTXA

viernes, 6 de junio de 2014

Enaren bizimodua



Veronique Intxauspek, enarei buruzko liburuaren idazleak, dioen gisan, Madera eta Jota auzoetan bizi ziren, espartinagileek horrela deitzen baitzioten Goeneko auzoari. Auzo horietan alokatzen zituzten logelak eta oheak kideekin konpartituz (maiz lurrean botatako koltxoi hutsa). Alokairuan zopa edo eltzekoa ere izaten zen. Baina bigarren platera nahi bazuten (haragia edo arraina) aparte erosten zuten. Alokairuaren deserosotasuna, lanordu gogor eta luzeak izan arren enarak langile onak eta elkartasun handikoak ziren; igande arratsaldez kantatzen eta dantzan ibili ohi ziren gazte alaiak ziren.
                                                                                               
 
 Barrio de Madera (ville en Bois)

Como relata Veronique Inchauspé, autora literaria del libro sobre las golondrinas, estas se alojaban principalmente en el barrio de Madera (ville en Bois) y en el barrio de la Jota, como llamaban las alpargateras al barrio Alto (Haute ville, en francés). Las golondrinas alquilaban las habitaciones en estos barrios, compartiendo cama (a veces un simple colchón en el suelo) con otras compañeras. En el precio del alquiler, entraba el derecho a la sopa o al potaje. Pero si querían un segundo plato (carne o pescado) lo tenían que comprar aparte. A pesar de la incomodidad del alojamiento, y de las duras y largas jornadas de trabajo, las golondrinas  además de ser solidarias y buenas trabajadoras; eran unas jóvenes muy alegres que las tardes de los domingos se reunión para cantar y bailar.

Un taller de espartinas

Algunas se casaron en Maule, y crearon allí sus familias. No obstante, la mayoría de las alpargateras solían volver a sus pueblos para ayudar a sus familias durante el verano. En el viaje de regreso, más que dinero, las golondrinas traían vestidos, encajes, menaje de cocina y otras prendas y objetos que formaban parte de su futuro ajuar matrimonial.

Salida del trabajo


Hoy tendemos a ver la historia de aquellas mujeres con cierto romanticismo. Sin embargo, no debemos olvidar que la mayoría de las golondrinas eran inmigrantes irregulares, lo cual les obligaba a pasar clandestinamente la frontera, sorteando la presencia de los carabineros y de los douaniers.

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