Una de las tradiciones mas importantes y arraigadas de
Euskalherria se celebra la víspera de Santa Ageda. Ese día es costumbre en muchos pueblos y
ciudades el salir a cantar coplas yendo de puerta en puerta, cantando
y recogiendo dinero para diferentes causas.
Según la tradición, Santa Águeda, virgen y mártir, fue una
joven siciliana de singular belleza, hija de una familia distinguida, que vivió
en el siglo III. El senador Quintianus intentó poseerla pero ella lo rechazo.
El Senador, en venganza, ordenó que la torturaran y que le cortarán los pechos,
arrojándola finalmente sobre carbones al
rojo vivo en la ciudad de Catania.
Según cuentan, el
volcán Etna hizo erupción un año después de la muerte de la Santa, y los
pobladores de Catania pidieron su intervención, logrando así detener la lava a
las puertas de la ciudad. Desde entonces, es patrona de esta ciudad y de los
alrededores del volcán, e invocada para prevenir los daños del fuego, los rayos
y los volcanes. También se recurre a ella con los males de los pechos, partos
difíciles y problemas con la lactancia. Y es que es protectora de las mujeres y
la fertilidad, y se le atribuyen también diversos poderes como el de evitar
incendios y proteger al ganado de malos espíritus y enfermedades, así como de
potenciar la producción agraria, uno de los sustentos imprescindibles para
nuestro pueblo, hasta no hace mucho tiempo.
Antiguamente eran jóvenes en edad de ir a realizar el
servicio militar (los quintos) los que se agrupaban e iban de puerta en puerta
recogiendo dinero o diferentes viandas, para realizar una comida o merienda. En
la actualidad, grupos de toda clase de edades, vestidos a la antigua usanza y
ataviados con varas o bastones (llamados makilas) con los que se golpea el
suelo con el fin de marcar el ritmo, cantan coplas de diversa temática en
recuerdo a la Santa.
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