2016 XVII. ESPARTINEN MARTXA

martes, 13 de enero de 2015

Bardoaren kantua



Cientos de palomas por el cielo de Elkorreta
buscando desesperadamente al bardo de Itzaltzu.
Lleva cada una, un grano de trigo en el pico
para dejarla sobre los labios de Gartxot.

En la cumbre de Elkorreta enseñaste
qué caro se paga ser inquilino
en la propia tierra.

Cuán duradera es
la promesa que provoca el amor a la tierra
aunque ella tiemble y se mueva.

Ahogando con un puñado de tierra
la voz transparente de tu hijo,
recordaste cómo cada pueblo
entierra a sus difuntos.

Pero tú, Gartxot,
no tenías los honores de un Abraham
y tuviste que ofrecer a la tierra
al ruiseñor de la épica vasca, Mikelot,
Pues cantar en esta lengua sacrílega y salvaje
no era lícito
bajo el yugo del extranjero romanizado.

En este territorio no hay más ángel celeste
que el fiel perro Otsaburu,
así que ¿quién aliviará tu dolor
más que el seno de la dulce tierra?

Águila agorera,
centinela de la muerte,
quisiera ir volando bajo tus alas,
en busca de las elegías que escaparon
deslizándose de tu cornamusa,
para que nuestro ingenio se fortalezca
con tus recuerdos.



Ay Fray Martín,
tu traición mató al bardo,
pero su eterna cólera
te perseguirá siempre y tus maitines
te los cantará el diablo.


Hoy, queriendo escuchar el eco de la historia
tras el paso de los siglos,
mirando esta tierra,
estoy sediento
de tu canción de Altabizkar, Gartxot,
esperando cuándo podré escucharla
en mi percepción ya declinante.

Las nieves de Elkorreta
se deslizan río abajo,
transparentes y saltarinas,
llanto de la tierra.

Oh, bello pájaro cantor,
¿dónde estarás cantando?
El viento extiende el lamento de las piedras
a lo largo del valle de Salazar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario